lunes, 1 de agosto de 2011

Es triste, muy triste...

Qué triste es tener nostalgia de alguien que no te echa de menos...
Es triste despertarse cada mañana al otro lado de tu cama y entender que me aferro a ti, y que cuanto más inevitable parece esta separación más me quiero unir a ti.
Es muy triste darse cuenta de que te me escapas entre los dedos, como si intentara coger agua con las manos... Y siento como te resbalas entre mis dedos, como se empapan mis recuerdos por las lágrimas.
Me da pena mirarte, contemplar el perfil de tu rostro dormido, y comprender que no habrá más amaneceres a tu lado...
Me duele saber que te alejas de mí, que no quieres continuar a mi lado en mis peores momentos, que no pretendes seguirme adonde quiera que vaya, que no mirarás atrás y recordarás nuestra vida juntos...
Es triste, es muy triste despedirse de alguien a quien se quiere tanto. Es triste, muy triste, darte el último beso sin llorar, sin querer que no sea lo último que haga contigo.
No quiero alejarme de ti, no quiero que te vayas sin mí, no quiero llorar por ti... Ya no quiero que llores por mí, ya está todo dicho, ya está todo el daño hecho...
Pero lloro, lloro porque no sé que va a ser a partir de ahora mi vida sin ti, no sé que va a pasar conmigo, qué voy a hacer, qué va a ser de mí... No puedo, no quiero vivir con esta agonía, con este vacío que se empieza a apoderar de mí... Con el dolor de saber que no serás mío nunca más.
Las lágrimas mojan la almohada, las lágrimas empiezan a inundar mi vida sin ti...
Te contemplo, miro tu cara al trasluz, y pienso en el tiempo que me has amado, en los "te quiero" que me has dicho en tantas ocasiones y no logro ver qué ha ocurrido para este fatal desenlace...
Noto que te relajas, que te pones de lado y me abrazas... Las lágrimas son una realidad, los rayos del sol calientan mi cuerpo helado, tu cuerpo helado... Y así, ya entiendo que es tu último aliento que compartes conmigo. Te beso en los labios, te beso en los ojos, te beso en la nariz... Te abrazo, te sostengo contra mi pecho, y sé que cuando despiertes te irás... Y tú, fiel a ti mismo, alargas tu despertar, para no tener que decirme adiós, para no tener que mirarme a la cara mientras lloro, mientras te suplico que no me dejes, mientras te ruego que no te vayas de mi lado...
Es triste saber lo que se acerca, es triste notar que te estás yendo... que tu alma se aleja de ti...
Es muy triste ver como abres los ojos, como me miras, como me besas y sentir que has respirado por última vez...
Que estoy abrazado a ti, que ya nada puedo hacer para que te quedes conmigo...
Qué triste es quererte en esta distancia eterna... qué triste es saber que eres lo mejor que me ha pasado jamás en la vida...
Es muy triste darse cuenta que ya sólo podré echarte de menos...

[Cuando la inspiración vuelve hay que hacer caso]

No hay comentarios: