lunes, 17 de septiembre de 2012

Hay tantas cosas que quiero decir que la verdad es que es dificil saber por donde empezar. ¿Debería decirte que te quiero? ¿O que los días que hemos pasado juntos han sido los más felices de mi existencia? ¿O que me encanta reírme contigo? Podría seguir diciendo cosas y todas serían verdad. Pero lo que realmente me apetece ahora mismo es estar a tu lado y acariciarte la mano, sentir tu presencia junto a mí, poder abrazarte cuando quiera, poder besarte en la nariz...

Es doloroso experimentar una pérdida, a este tipo de situación nunca me había enfrentado y me siento indefenso, sin saber hacia donde mirar ni a donde ir.

Me pongo a recordar tanto, me vienen a la mente tantos momentos vividos contigo y a cada cual más feliz que el anterior: nuestro primer encuentro, el roce de nuestras manos en algún paso de cebra de la Gran Vía, nuestros besos en las azoteas de Madrid, los pocos viajes que hicimos juntos, las tardes de invierno con un café... Nuestros planes de futuro tirados por la borda, mis ilusiones hechas pedazos, mi corazón roto.

Primer amor, primer dolor...

Y las lágrimas, que afloran en mis ojos con una facilidad que nunca he tenido, sólo con recordar cualquier día contigo ya estoy llorando. Ahora mientras escribo estoy llorando, y suspiro, y muero...

Y tengo miedo de que olvides todos nuestros recuerdos, el conjunto de nuestra existencia, nuestras risas y nuestras penas, el olor de nuestro amor. Tengo miedo de que no me mires con los mismos ojos, miedo de verte en un futuro y que no me reconozcas, que evites mi mirada, que no me saludes... Tengo miedo a un futuro ya sin ti