lunes, 8 de octubre de 2007

Pequeño reflexión de futuro...

Quiero que mis hijas sean guapas, completas y buenas; que despierten admiración, amor y respeto; que tengan una juventud feliz, que acierten en su matrimonio y que aprendan a llevar una vida útil y agradable con las menos aflicciones posibles que Dios juzgue enviarles. Ser amada y elegida por un hombre bueno es lo mejor y lo más dulce que le puede ocurrir a una mujer, y de todo corazón espero que mis hijas conozcan esta experiencia maravillosa. Es muy natural pensar en ello, y no es malo esperarlo y prepararse para que, llegado el momento, sean dignas de esa felicidad y sepan cumplir los deberes que comporta. Soy ambiciosa respecto a mis hijas, pero no para que destaquen en sociedad casándose con hombres ricos simplemente porque lo son, ni para que vivan en una casa espléndida que no pueda llamarse hogar porque falte amor. el dinero es necesario, precioso y si se emplea bien es fuente de dignidad; pero no quiero que lo consideren el único premio, ni lo más importante por lo que hay que luchar. Preferiría mil veces verlas casadas con hombres pobres pero buenos si fueran felices, amadas y consideradas, que no reinas sin estima y sin paz. Espero que no tengan prisa; todo llegará, y entre tanto que hagan que esta casa sea un hogar feliz para que puedan hacer felices las suyas si llegan a tenerlas o simplemente para que se sientan a gusto en ésta si no las tienen.

[De "Mujercitas"]

viernes, 31 de agosto de 2007

Y me preguntas por qué te quiero...

No sé porque dudas de mi amor, no sé s que viene esta crisis entre nosotros, no sé lo que sientes tú por mí, no sé porque me preguntas si te quiero...
Sabes que te quiero desde el momento aquel, en el que nuestros besos se fundieron en uno solo. Allí, en el parque, a la luz de la luna, a la luz de los fuegos artificiales, a la luz de tus ojos... Te quiero cuando andamos por las calles de Madrid, y cuando coges mi mano de repente y la aprietas, y me miras a los ojos mientras sonríes... Te quiero cuando nos perdemos, porque vamos hablando de nuestras fantasías, cuando compartimos sueños en la noche, cuando nos miramos sin querer saber el resto del mundo... Sabes que te quiero cuando nos tumbamos juntos en la hierba y nos dejamos llevar... Te quiero, ¿tan difícil es creerlo? Siento por ti amor, un apasionado amor que me posee en noches de tormenta, que me embarga cuando me rozas, que me debilita cuando me abrazas al dormir contigo. Siento por ti amor, un dulce amor que me hace ser feliz cuando me nombras en sueños, que me hace sonreír como un tonto cuando recibo un mensaje tuyo en el móvil, que me hace sufrir cuando no estoy junto a ti...
Espero que este amor dure eternamente, que sea prorrogable en el tiempo, que forme parte de nuestras vidas para siempre...

martes, 28 de agosto de 2007

La luna, tu luna...

Te he vuelto a ver… Volvías de tu paseo nocturno…Venías de llorar por mí… Estabas solo, contemplando a la luna, tu luna… y hablabas, tan alto que hasta yo podía oírte. Tienes el corazón desgarrado, roto…y pides explicaciones a la luna, tu luna… Tus ojos se nublan, vidriosos, afloran en ellos tus lágrimas. Torrentes salados y cálidos…pero dulces…porque tú eres dulce… Siempre vuelves a por mí, pero nunca me hallas, siempre te vuelves solo a casa, sin comprender…y por eso lloras, por eso sufres… Nunca comprendiste que mi amor por ti siempre era creciente, que tu llenabas mi vida por completo, que eras mi buena nueva de cada día, que tan sólo las dudas eran lo único que menguaba de mi amor por ti… Sólo te liberarás de tu dolor cuando comprendas que soy tuyo…que nadie jamás puede arrebatarme de tu lado, que el breve tiempo que estemos separados, lo único que consigue es que afiancemos nuestro amor, que si no me ves es porque no quieres…sólo tienes que abrir tu corazón… Que una vez te regalé la luna, tu luna, como muestra de mi amor por ti… Amor mío, ábrete al mundo, abre tus ojos y deja de llorar, refléjate en la luna, tu luna, y vive… Vive como lo hubieras hecho de estar yo aún ahí contigo… Haz más inmenso nuestro amor, cuídalo y sólo entonces me verás, me sentirás, me tocarás… Y cuando por fin nos juntemos en un inmenso amor tan infinito, tan puro, tan místico… cuando paseemos por la luna, tu luna, de la mano, cuando nuestras emociones serán el reflejo de su luz… Entonces, cariño mío, seré tuyo para siempre… Te adoraré… Te amaré como nunca nadie ha amado antes a otra persona… Y, a partir de ahora, de tus paseos con la luna, tu luna, aprenderás a conocerte, a madurar…y con ello lograrás que este amor, nuestro amor, sea eterno…

viernes, 24 de agosto de 2007

I need love...

Cruzar desiertos, traspasar el mar, encender el sol, y ver la luna azul…
Besar el viento de tu suspirar y sentir con él eso que sientes tú.

Mi camino hasta el fin…lo lleno de ti…de tu amor, aquel destino lógico, aquel latido auténtico, aquel que sólo tú me das. De tu amor, apasionado y único, el que hacemos como la primera vez…de tu amor…de tu amor…

Eres el aire para respirar, agua que beber, el cielo al que volar. Eres las alas de mi libertad, senda que seguir, el sueño que alcanzar.

Mi camino hasta el fin…lo lleno de ti…de tu amor, aquel destino lógico, aquel latido auténtico, aquel que sólo tú me das…

Y así, del principio hasta el final, de la nada al más allá, serás para mí, seré siempre para ti…de ti…

De tu amor…de tu amor…que sólo tú me das.


[Traducción de la canción "I need love" de Laura Pausini]

lunes, 18 de junio de 2007

¿Es el amor una fantasía o un fervor? ¿Cuántas veces habré oído o leído esta frase? No lo sé, la verdad, o a lo mejor tan sólo la he escuchado una vez y la he hecho mía, porque la he sentido, porque se ha apoderado de mí, porque forma parte de mí. Ahora estoy en esa época en la que esa frase me va seduciendo, me abandono a ella y me pongo a pensar en ti. Nunca te he sentido tan cerca como ahora te siento, nunca te había querido como ahora te quiero y nunca había soñado tanto contigo como lo hago ahora. ¿Te das cuenta que formas parte de mi vida, de mi realidad? ¿Y si así es, tengo que desechar el que el amor sea una fantasía? No lo sé, la verdad. Pero sí sé lo que siento dentro de mí. ¿Pero es una fiebre? No lo sé, realmente... ¿Quién sería capaz de responderme a estas preguntas? ¿Tú, tal vez? Pienso en ti, y te pongo tantas caras, tantos aspectos diferentes, tantos estilos... Y ciertamente no sé cómo eres aún, no he visualizado tu silueta, ni tu rostro. Pero sí sé cómo sientes. Te conozco por dentro, te siento, y tú me sientes a mí. Eso sí lo sé... Eres una persona buena, dulce y paciente, con un gran valor de la amistad que te confiere un sexto sentido en el amor, me aportas todo, me complemento a ti, eres mi gemelo en el mundo del romanticismo, tan iguales en lo esencial, pero lo suficientemente diferentes para no crear grandes discordias entre nosotros. Sé que en el breve tiempo que pasemos juntos compartiremos algo que para muchas personas no es más que un sueño. Sé que tu mirada me muestra lo que mis ojos no pueden ver, y por eso me dejo llevar por ti, porque sé que puedo confiar en ti, no nos hacen falta promesas porque nosotros estamos por encima de eso. Y cuando llegue el momento de hacer el amor contigo, compartiremos un lazo para el resto de nuestras vidas. Como ves eres la persona más cercana a mi corazón, la única que tiene el poder de entrar en él, de recoger la esencia, de impregnarte de mi amor por ti, dejémonos llevar por el mundo de sueños que creado para nosotros, y no te quedes sólo en eso, en una sombra, un espíritu efímero que pase por mi vida sin aportar nada a ella. Eso no por favor. Tenemos que ser valientes y enfrentarnos al resto del mundo si hace falta para demostrar que somos dos, que están unidos en uno solo, que somos dos enamorados deseosos de vivir esta vida que empezará a contar en el momento en que nuestro encuentro se vea realizado. Y hast entonces, querido amor, todo será un limbo. Vagaremos por el mundo siendo conscientes de que nos faltamos el uno al otro. ¿No sientes ya una ansiosa expectación?

[Pequeña reflexión después de haber leido "Orgullo y prejuicio"]

Carta a un amor perdido

Mi amor, mi querido y dulce amor, ¿qué ha pasado? Intento recordar cómo empezó nuestro final, ahora que es tarde, ahora sin ti... Tú me enseñaste el verdadero valor de la amistad, aprendí a ser yo mismo sin miedos, sin prejucios, sin armaduras. A tu lado conseguí hallar la felicidad que me fue negada desde pequeño, logré ver por primera vez en mi corta existencia que el amor no era algo ficticio, que se estaba convirtiendo en algo real, que el mundo giraba a nuestro alrededor. Juntos paseábamos por las calles de este viejo Madrid, juntos nos reíamos de la gente que pasaba, mientras con una bolsa de pipas y una Coca-cola pasábamos toda una tarde. Y ahora estoy aquí, en este lugar, en este parque, en este banco, donde tan buenos momentos hemos pasado. Fue aquí donde nos dimos nuestro primer beso, después de estar tú durnate más de dos meses intentándolo, y yo esperándolo. Aquí me pediste que fuera para ti , ese alguien especial, aquí hablamos por primera vez de nuestros proyectos juntos, aquí nos conocimos, aquí nos enamoramos. Inconscientemente, miro al lugar donde dejaste mmarcado que me querías, aquí, donde lo puede ver tanta gente, donde lo estoy viendo yo y lloro porque ya no estamos juntos, porque el destino que en un momento nos hizo tan dichosos, hoy decide separarnos. Y aquí es donde he venido a parar después de estar dando vueltas, después de estar andando hasta que me dolieran las piernas. No he podido soportar la noticia, no sé cómo voy a poder soportar el resto de mi vida, ya vacía sin tenerte a mi lado. Tengo tanto dolor por dentro... No sé cómo has sido capaz de hacerme algo así, no llego a comprender cómo has sido tan egoísta, tan absurdo, tan cruel... ¡Oh, amor mío, perdóname...! De verdad que estoy perdiendo la cabeza, y el sentido. A veces pienso que si pudiera arrancar de mi mente todos los pensamientos malos, lo haría, pero me quedaría la sensación de que también se irían con ello los buenos momentos que he pasado contigo. Así que, aquí y ahora, intentaré resignarme y hacerme a la idea de que no volverás a mi lado, al menos por un tiempo, al menos por esta vida... Querido, esta carta es a su vez un adiós para siempre y un hasta pronto. Me hubiera gustado tanto tenerte otra vez entre mis brazos, saborear el sabor de tus labios, reconocer de nuevo el olor de tu cuerpo, rozar tus manos llenas de esa suavidad que tú hacías tuya, mirar tus ojos y perderme en ellos de nuevo, y oír tu risa, tu voz, tus anhelos. Pero no, ya nada de eso es posible... Me vuelvo a preguntar qué hizo que nos separáramos tan bruscamente, tan absurdamente. Nosotros que podíamos presumir de no haber tenido ni una pelea, que tan solo algún mal enetendido nos apenaba nuestra relación. Sonrío. Parece que te veo aquí, enfrente de mí, llamando la atención, haciendo piruetas, haciendo el payaso... Lloro, y se me aparece tu imagen traslúcida, y tengo miedo de perder tu perfil, tengo miedo de no poder recordarte, de que se me olvide tu cara. Y ya no es miedo, es pánico la sensación que me invade por echarte de menos. Yo, que sólo te echaba en falta de un día para otro, ahora se presentan ante mí una sucesión infinita de oscuros días de lluvia eterna ya sin ti... Después de ocho años contigo, creciendo, desarrollándome como persona, madurando. Después de todo este tiempo, en el que nos hemos visto cada día, en el que la ilusión formaba parte de nuestras vidas, donde la rutina no existía, donde los detalles (los pequeños detalles) enriquecían este amor, este dulce y primer amor, que ahora duele, que me ahoga en un llanto sin fin, en una angustia que me retuerce las entrañas, que me da arcadas, me da ganas de morir... Es en estos momentos, cuando me gustaría creer en Dios. Ahora necesito su bondad infinita su gloria, su amor... Necesito un amor que me cure, que sane mis heridas. Yo, que en estos momentos estoy solo en la vida, que no tengo una familia que me reconozca como propio, porque ellos me dieron la espalda, renegaron de mí, de su sangre, de su hijo. Yo, que huí de mi pasado contigo por temor a que acabaran conmigo. Y tú, que tan valiente fuiste y te viniste conmigo a esta gran ciudad, aún cuando no éramos más que amigos. Ahí me enamoré de ti, ahí tuve miedo de perederte a ti también. Contigo creé mi concepto de familia, pequeña, ya que sólo éramos tú y yo, pero una familia, donde el amor y los sueños, donde el respeto y la sinceridad, donde la sonrisa y el "gracias" eran parte de nuestro mundo. Y ahora estoy aquí, en esta enorme ciudad, que tan pequeña se me hacía cuando estábamos juntos... Y si pienso que todo ocurrió por él. Porque tú me veías sufrir, porque me veías llorar por las noches, porque sabías que echaba de menos a mi madre y mis hermanas, a mi hogar. Y tú, que fuiste, que tuviste el valor de enfrentarte a él, el valor que me faltó a mí siempre para responderle. Volviste al pueblo, y le viste, lo sé porque me llamó mi madre para contármelo. Tú que sólo querías hacer el bien, a ti que te movía solamente la generosidad, fuiste a decirle que le quería. Tú te enfrentaste a mi orgullo, y ganaste, como siempre ganabas, pero te perdí... Te perdí en esa maldita curva, por tu maldita manía de ir deprisa, te perdí, es todo cuanto sé. Ya no hay culpables, ya no hay soluciones, ya no estás tú y eso duele, eso quema por dentro, y escuece... Sé que traías buenas noticias, que nos iba a recibir mi familia, que nos iban a aceptar, que nos iban a querer. Tú lo conseguiste, tú y sólo tú, porque eras obstinado y siempre te salías con la tuya. Me río al pensar en ti, porque te quiero. Es curioso, pero el sonido de un "te quiero" siempre me recuerda a tu nombre, a ese dulce nombre que pronunciado es como un suave aroma, como un soplo de brisa... Y así, lo pronuncio una vez más: David... tan etéreo... David... eres tú, mi dulce amor. Recuérdame, estés donde estés, y protégeme porque estoy solo sin ti, porque tengo miedo de todo... Te adoro, y lo sabes, y que te amo, te amo como sólo tú y yo sabíamos como hacerlo. Hasta pronto, amor mío.

lunes, 5 de marzo de 2007

Pensamiento a día 5 de Marzo

En mi mente se está forjando una nueva idea, que vaga buscando su espacio, que busca deprisa su sitio en el desorden caótico de mis pensamientos. La idea surgió de mi interés por ti, se fue desarrollando muy dentro de mí a medida que mi pensamiento buscaba el tuyo. Y este débil y, para nada, intencionado pensamiento se iba convirtiendo en un sincero y apasionado sentimiento. Aún oscuro, oculto en el fondo, vergonzoso hasta de si mismo por existir, por haber sido creado, temeroso por ver la luz y descubrir lo que tan malo es para los dos. Para mí... Para ti... Lo estoy tapando, lo arropo por las noches con delicadeza, y es por esta dulzura con que lo trato por lo que se va apoderando poco a poco de mi cariño, va ganando puestos en las prioridades de la vida, sube cada día un peldaño más, y se acerca a los lindes de mi terreno afectivo. Este sentimiento tan puro, y a la vez místico, y por qué no decir que hasta encantador en todos sus sentidos, ya va notando y palpa eso que algunos pocos locos llaman amor. Y, noto, y siento también, que me estruja el corazón como si fuese una simple esponja. Y por los poros de este noble, y tal vez impresionable órgano del amor, se van escapando y diluyendo otros múltiples sentimientos, que ya han perdido la noción del tiempo, que ya no tienen razón de vivir. Y así, tú, vas logrando que las pasadas sensaciones se vayan olvidando, que vayan quedando encerradas. Ahora eres el protagonista de la película de mi vida, y tú escribes el guión, tú pones las luces y tú decoras mi vida. Yo soy un simple empleado de tu voluntad. A ti me doblego y a ti me rindo. Algunos dirán que soy un pelele, otros que soy una víctima del amor. Yo me considero un artesano de los sentimientos, y lo que este pensamiento expresa sobre ti no es descriptible con una simple palabra. Aún no existe esa palabra en el diccionario, y yo, humilde escritor y reproductor de palabras, no me atrevo siquiera intentar buscarla. Me la guardo muy dentro de mí, escondo la llave, y la disfruto en silencio... Como disfruto los minutos a tu lado, como disfruto tu sonrisa, como disfruto del roce de tu mano sobre la mía, como disfruto del aroma que te envuelve... Y así, vaga el sentimiento, y vaguea, porque le doy permiso para que se haga el remolón, porque tengo miedo de que se convierta en algo palpable por todos, porque no quiero expresar con los ojos lo que quiero de ti, porque no quiero que sepas que soy tuyo...

jueves, 1 de marzo de 2007

Hoy soñé contigo

Hoy soñé contigo,
con tu amor,
con tu aliento,
tus caricias.

Que éramos libres,
que volábamos,
soñábamos
que nos queremos.

Hoy soñé tu voz,
tus ojos y tu boca,
tu pelo,
tu olor.

Soñé la noche
y el amor,
soñé el día
y el dolor.

Te amé
y te amo.

Soñé con eso
y mucho más porque
hoy soñé contigo...

De Allie para Noah

Es tan fácil amarte en esa calma, cuando aspiras e inspiras como las mareas regulares, cuando tus párpados palpitan, cuando tu frente se vuelve tan lisa como la de un niño. Tumbada a tu lado, o teniéndote en el regazo o apoyado en mi hombro, o incluso mirándote cuando estás en otra habitación, yo te puedo amar con facilidad y sin esfuerzo, mientras esté descansando. En la quietud de tu casa, en la intimidad de tu cuarto, este sentimiento tan precioso que se despliega como cuando se abre una flor y de la simplicidad de nuestra unión surge este sentimiento como una dulce fragancia...

[Del libro "El cuaderno de Noah"]

Walt Withman

Nosotros, dos muchachos abrazados,
jamás nos separaremos el uno del otro,
recorremos los caminos de arriba a abajo, emprendemos excursiones
por el norte y por el sur,
gozamos de la fuerza, extendemos los brazos, cerramos los puños,
armados e intrépidos, comemos, bebemos, dormimos, amamos,
no obedecemos a otra ley que la nuestra, navegamos,
fanfarroneamos, robamos, amenazamos.
Asustamos a los avaros, a los criados, a los sacerdotes,
respiramos el aire, bebemos el agua, bailamos sobre el
césped de la playa,
conmovemos a las ciudades, despreciamos el bienestar, nos burlamos
de las leyes, perseguimos toda suerte de debilidad,
y damos fin a nuestra correría.

miércoles, 28 de febrero de 2007

Un cuarto casi rosa

Mira, estamos solos en este cuarto
pero alguien nos espía sin embrago.
Oyes, no oyes ni el rumor más leve
y sin embargo hay algo que se mueve...
Besa, lo que ya sabe de ti
y apaga esta luz que nos divide.
Corro, estoy viajando a mil por hora
contigo en este cuarto casi rosa.

Aquí dentro no separarán,
lo que Dios ha permitido.
Por nosotros no decidirán aquí.
Acaríciame y no te avergüences,
ríe y haz lo que te va,
y verás que un día de estos
lo harás, fuera ya de aquí,
sin miedo y a la luz del sol
sin evitar ya las miradas
sin miedo y a la luz del sol
con valentía y decisión.

Mira, nuestro amor se vuelve grande
nos hace estar estrechos en este cuarto.
Ahora fuera, vistámonos, salgamos fuera
y demos luz a todos nuestros sueños.

Bajo este cielo azul que da fuerza
ya ninguno quitará,
nuestras manos juntas y enlazadas.
Verás, sin miedo y a la luz del sol,
sin evitar ya las miradas,
sin miedo y a la luz del sol,
con valentía y decisión.

[Canción de Laura Pausini]

Entrevista al creador de Noah

Son las diez de la mañana al otro lado del teléfono y del océano, y los niños de Nicholas y Cathy (14, 12, 6 y gemelas de 4) han salido ya para el colegio. Carolina del Norte. La casa permanece tranquila. Nicholas, encerrado en su escritorio, justo sobre la sala de estar, se afana sobre su folio número siete. Ayer mismo comenzó su novela número 12, escribió sus preceptivas 2.000 palabras diarias (más otras 400 fruto del entusiasmo primero) y puso un título provisional: Dear John. En Estados Unidos, una dear John letter es la típica carta que te escribe la novia cuando estás en el frente y ella te cuenta que, en fin, que la historia se ha terminado. Sparks es un hombre sorprendentemente seguro del amor, y del amor de su esposa. "¿Cómo voy a dudar de ella? La conozco tan bien… A veces me dice que, por mucho que yo pudiera engañarla, lo último que desearía en la vida sería conocer a otro hombre. ¿No te parece suficiente?". Ok, ¿cómo entonces es capaz de escribir tan fielmente sobre el desamor? "Oh, todos hemos pasado por ello en algún momento de nuestras vidas". ¿También usted? "Seguro, y aunque sucedió hace mucho tiempo, creo que es un sentimiento tan doloroso que nadie puede olvidarlo: en mis libros hablo del desamor porque yo también lo he sufrido".
P. ¿Qué es la vida sin amor?
R. Ni siquiera creo que sea posible: incluso el más miserable ama algo, aunque sea su propia miseria. Pero, por encima de esto,
me parece que vivir la vida sin amar a alguien es perderse la más importante y maravillosa posibilidad del ser humano.
P. Solemos identificar amor con sexo, pero, ¿qué hay del amor maternal o filial, o del amor de un amigo?, ¿no son suficientes para una vida satisfactoria?
R. Por supuesto que sí.
P. Si el amor es una historia tan maravillosa, ¿por qué nos hace sufrir tanto?, ¿no le resulta paradójico?
R. Sí, efectivamente es una paradoja, pero tiene su sentido. Los periódicos publican diariamente miles de noticias sobre gente que muere, sin que esto nos afecte profundamente, porque se trata de gente que no conocemos.
Cuanto más amas a alguien, más te dolerá que te arrebaten su amor.
P. Y, en definitiva, ¿de qué se trata?, ¿un asunto químico?, ¿magia tal vez?
R. Quién sabe. Me imagino que probablemente será una mezcla de ambas cosas.
P. Sparks, no tengo nada nuevo que contarle a mi pareja y a la vez sus historias han dejado de interesarme, ¿qué nos pasa?
R. Nada fuera de lo común: le pasa a todas las parejas. Pero si te preocupa mucho, esfuérzate por encontrar algo diferente que decirle. Por ejemplo, búscate un hobby, lee un libro nuevo, podéis iros de viaje… Si te empeñas en cambiar la situación, dejará de ser un problema entre vosotros.
P. ¿Cómo puede evitarse el aburrimiento en una pareja a lo largo del tiempo?
R. Cambiando la rutina: visitando lugares nuevos, haciendo paseos al aire libre o excursiones por la montañas, visitando amigos… Si uno se aburre con su pareja lo mejor es que se pregunte a sí mismo cómo puede hacer que las cosas resulten más interesantes, pero nunca esperar a que el otro lo haga.
P. ¿Existe alguna clave secreta para conservar un amor feliz con el paso de los años?
R. La más importante es que la primera elección, la elección de la pareja, sea sabia y buena. Después, conviene entender que la felicidad no es un estado permanente: la felicidad es una emoción que crece y mengua a lo largo del tiempo. El éxito de la pareja depende mucho de la medida en que uno entienda esto y en que, cuando se cruza un periodo de infelicidad, haga algo efectivo para cambiar el estado de las cosas.
P. ¿Existe el amor eterno?
R. Sí, por lo menos para algunos.
P. ¿En qué se convierte la pasión con el paso de los años?
R. Depende de cada pareja. Algunas conservan el apasionamiento a lo largo de toda la vida; otras, se acomodan en una confortable familiaridad basada en la amistad y la confianza. Ambas evoluciones pueden ser maravillosas.
P. En caso de desamor: ¿es realmente posible enamorarse por segunda vez de una misma persona?
R. Sí. No es fácil, pero puede ocurrir.
P. Y, ¿cómo puede aprender uno a ser romántico? Siempre creí que era una determinada forma de ser.
R. Sí, lo es, pero no obstante se puede aprender aunque, de nuevo, exige un gran esfuerzo. Cómo: trata de recordar qué es aquello que hizo que el otro se enamorara de ti en un primer momento e intenta recrearlo una vez más.
P. Señor Sparks, ¿cuánto tiempo lleva casado con su "bella" (sic) esposa?
R. Llevamos 17 años casados.
P. Se conocieron de forma parecida a como lo hacen Paul y Adrianne en sus Noches de tormenta: ¿un perfecto amor a primera vista?
R. Sí. Al día siguiente de conocernos le dije que estaba seguro de que un día nos casaríamos.
P. Y ese llamado "amor a primera vista", ¿puede crecer en tres días tanto como se pretende en la novela?
R. ¡Seguro! Al menos, a mí me pasó.
P. ¿Cuántas veces (porcentualmente) sale bien este "amor a primera vista"?
R. No tengo ni idea, pero supongo que depende del tipo de pareja.
P. Sparks, al día siguiente de conocer a su mujer ya estaba convencido de que pasaría con ella el resto de su vida. ¿De verdad nunca pensó que la cosa podría torcerse?
R. No, estaba tan seguro de mi mujer como lo estoy ahora.
P. ¿De verdad que no lo piensa nunca? Puede sucederle a cualquiera: ¿nunca se ha imaginado una eventual separación?
R. No, de verdad.
P. Buff. Su protagonista, Adrianne, fue abandonada por su marido y entonces se afanó en poner a su vida un orden exhaustivo: ¿una forma de autoterapia?
R. Claro, el mantenerse tan ocupada en su orden fue para ella una forma de esconderse de sus propios sentimientos, que no eran agradables.
P. ¿El mejor modo de prevenir la desilusión es no esperar nada?
R. No, no, qué va. Lo más recomendable es aceptar la desilusión: aprender de ella y crecer gracias a ella.
P. "Cuanto más fuerte es el amor, más fuerte al fin será la tragedia", dice Adrianne. ¿La felicidad tiene un precio?
R. Sí, siempre hay alguien que paga el precio; es inevitable. Las grandes tragedias no existirían si no existieran los grandes amores.
P. Tengo entendido que suele utilizar bastantes elementos personales en sus novelas: ¿cuánto hay de autobiográfico en esta?
R. El modo en que mi mujer y yo nos conocimos. No mucho más.
P. ¿Cuánto de usted tiene el protagonista?
R. Muy poco. Paul pasa poco tiempo junto a su familia y a mí me sucede lo contrario. Sólo coincidimos en que trabajamos y nos empeñamos mucho en nuestra tarea.
P. Es la segunda novela que escribe sobre un padre que no se preocupa de sus hijos. ¿Tiene algún tipo de remordimiento sobre la crianza de los suyos?
R. No, no, no: hago todo lo que puedo y lo mejor que puedo.
P. ¿Cree que una madre podría llegar a pensar que "los niños reducen mis posibilidades de felicidad" (sic, Adrianne)?
R. Sí, desde luego. Tener hijos entraña un sacrificio y, en el caso de Adrianne, ella ha sacrificado sus relaciones personales, sin duda.
P. ¿Cómo se las ingenia para escribir una novela por año con semejantes promociones mundiales que hace y cinco niños alrededor?
R. Trato de escribir un total de 2.000 palabras diarias durante cuatro o cinco días a la semana. Es un ritmo considerable pero que a la vez me permite tener mucho tiempo para dedicarle a la familia.
P. ¿Los niños respetan su silencio?
R. Oh, qué va, son muy muy ruidosos, como deben ser. Pero yo estoy muy acostumbrado al ruido, no me molesta: de otro modo, jamás hubiera sido capaz de escribir una letra.
P. ¿La literatura es simple entretenimiento o debiera ser algo más?
R. muchos tipos de literatura. A mí lo que más me importa es que la historia sea capaz de mantener el interés del lector.
P. ¿Cómo le sienta haber sido elegido por People Magazine como el autor más sexy?
R. A mi mujer y a mí nos hizo reír durante días, pero enseguida nos olvidamos de ello.
P. Sparks, mi marido y yo ya no hacemos el amor la noche del sábado, ¿significa algo?
R. Puede que sí y puede que no. Si a alguno de los dos os preocupa, entonces será que debéis hacer algo para cambiar las cosas. Si no os preocupa, es que no tiene importancia.
P. De repente, a él le han surgido un montón de compromisos en el extranjero, ¿debería preocuparme?
R. Tal vez sí y tal vez, no. La verdad, sin más datos no sé qué decirte.
P. He descubierto por casualidad un mensaje de amor en su móvil, ¿qué hago?
R. Pregúntale a él.

viernes, 23 de febrero de 2007

Recuerdos

El espacio que hay entre tú y yo
es infinito y vacío.
La separación inevitable
de tu corazón y el mío,
que hace que mi muerte llegue
y tú te vayas.
Porque tú te alejas de mí,
pero aún tu perfume
está en el aire que respiro.
Y siento tu vaho en mis mejillas
cuando me decías
muy de cerca que me querías.
La puerta del amor me has cerrado
y la llave no encuentro
y todo en mí es deseperación
porque a mí no se me ha acabado el amor.
Inunda mi llanto el dolor
y tu lejanía la hago mía
porque necesito de ti,
salir del desierto frío y seco
de tu olvido,
tengo sed de tu amor
y quiero beber de tu boca,
escuchar de nuevo tus palabras
sinceras y desinteresadas.
Pero la tormenta estalla,
y no puedo hacer nada,
sólo la arena me mueve
de un lado a otro.
Ya no quiero abrir los ojos,
y ver que no estás,
que nuestro tiempo juntos
es ya otra historia
y que mi corazón
yo obediente recojo.
Recuerdo nuestro paseo,
por la playa,
donde la arena
no me secaba
y que en aquel juego de las olas
sentía que me amabas.
El sol tocaba tu cuerpo
y mientras tu eras mío
la luna te reclamaba.
Ahora ese recuerdo me ahoga,
me hunde en mis penas
porque te has ido, te alejas.
Al menos, recuérdame
como alguien que te amó
y durante mucho tiempo
lideraste mi corazón.
Le diste vida a mis sueños,
tan profundos,
porque no éramos dos,
tan sólo uno.
También me queda el saber
que fuiste mío
y sólo mío,
y que por eso te amé.
Me ofreciste tu verdad sin armadura,
tu vida,
y nada me impedirá
que renuncia a ti nunca...

Sueño...

Hay momentos en los que desearía poder viajar hacia atrás en el tiempo y eliminar toda la tristeza, pero tengo la sensación de que, si lo hiciera, también borraría la alegría. Así que recibo los recuerdos como aparecen, aceptándolos todos, dejando que me guíen siempre que puedo

jueves, 22 de febrero de 2007

El cuaderno de Noah (2)

Te quiero, te debo todo lo que soy. Tú eres la razón de mi existencia, mi única esperanza, todo lo que siempre he soñado, y pase lo que pase en el futuro, cada día a tu lado será el día más importante de mi vida. Y yo siempre seré tuyo.

[Del libro "El cuaderno de Noah"]

miércoles, 21 de febrero de 2007

El cuaderno de Noah (1)

En tiempos de desdicha y sufrimiento, te abrazaré, te acunaré y haré de tu dolor el mío. Cuando tu lloras, yo lloro, cuando tu sufres, yo sufro. Juntos intentaremos contener el torrente de lágrimas y deseperación, y superar los misteriosos baches de la vida.

No explicaré el amor...

No explicaré el amor. No creo que haya nadie capaz de hacerlo. El amor crece día tras día por la relación con otra persona que comprende tus sentimientos, y cuyas necesidades comprendes. Se inicia como un balbuceo vacilante que te llega al corazón y te hace sentir vulnerable a cuanto es hermoso. Percibes belleza allí donde anteriormente habías visto frialdad. Te sientes resplandeciente en tu interior y eres muy feliz sin conocer la razón. Aprecias lo que en el pasado ignorabas. Cuando tus ojos se encuentran con los de quien tú amas, ves reflejados en ellos tus sentimientos, esperanzas y deseos, y te sientes dichoso sólo por estar junto a quien ocupa tus pensamientos. entonces, un día surge el contacto, aunque ni siquiera se trate de un contacto íntimo: tu mano roza la suya y te sientes feliz. Comienza a crecer la excitación, de modo que deseas estar con aquella persona, no parar de hacer el amor, sino que sólo anhelas permanecer a su lado, sentir cómo aumentan los sentimientos de uno hacia el otro. En otras palabras, compartes tu vida antes de compartir tu cuerpo. Es en ese instante cuando te planteas seriamente gozar del sexo con aquella persona. Empiezas a soñar con ello y, sin embrago. lo pospones, esperando el momento adecuado. Quieres que ese amor perdure, que nunca termine. Por eso te acercas lenta, muy lentamente hacia la experiencia definitiva de tu vida, hasta que presientes que aquella persona no te defraudará, consciente de que te será fiel, que podrás confiar en ella... Incluso cuando esté lejos de ti. Hay confianza, satisfacción, paz y felicidad cuando se experimenta el amor auténtico. Estar enamorado es como encender una luz en una habitación a oscuras; de pronto todo se hace brillante y visible. Jamás estás solo porque te sientes amado, y tú también amas.

martes, 20 de febrero de 2007

Sin ti, ahora

Cuando te marchaste , me senté en tu mecedora y me puse a pensar en ti... Es la hora del crepúsculo, cariño mío. De día puedo pertenecer al mundo...por la noche, al sueño y a la eternidad. Pero a la hora del crepúsculo estoy libre de ambos y me pertenezco sólo a mí mismo...y a ti. De modo que reservo esta hora sagrada para amarte...
Cada anochecer es distinto del anterior, y como si el mismo tiempo se confabulara, éste expresa y exterioriza nuestros sentimientos a lo largo de ese día. Así, puedo observar desde éste, tu sitio, puestas de sol llenas de color y vida, donde los colores rojos cubren el cielo, y los últimos rayos amarillos me ciegan los ojos, de la misma forma que el amor ciega mi corazón. Y, otros días, se observan nubes que eclipsan al gran astro, al igual que las lágrimas oscurecen mi visión.
Ahora, estoy solo en este cuarto, y tan solo las llamas de la chimenea me dividen, y mi mente comienza a evocar la situación más decisiva de mi vida. Mi corazón empieza a viajar a mil por hora. Así, no te separarás de mí...
Recuerdo, sueño, en aquella noche en la que se paró el tiempo para nosotros. Evocamos al dios del amor, y nos entregamos de forma sincera. Aún hoy puedo ver el reflejo del fuego en tu cuerpo desnudo, y húmedo. Tu sonrisa en tus labios mientras me susurrabas palabras de amor. El calor que emanaba tu boca al despertar una reacción allá donde la posases. Todavía oigo el latido de tu corazón, tan acompasado con el mío. Y siento tus manos en lugares donde antes nunca había encontrado placer. Siento la textura de tu espalda, y de tus piernas. siento el olor que desperendías cuando yo ahogaba mis gritos en tu cuello. Siento tus caricias. Siento tu voz. Te siento a ti. Y cuando salgo del ensimismamiento y vuelvo a la realidad me doy cuenta de que nunca reviviré aquellas experiencias.
He estado buscándote toda la vida. Te quise besar desde el momento en el que te vi. Pienso lo vacía que era mi vida hasta que tú llegaste, y lo vacía que se ha quedado, ahora sin ti... Si tan sólo fuera capaz de verte una vez más, de sostenerte entre mis brazos, de llenarte de besos... Ahora me veo solo, ya sin ti. El destino te arrebató de mi lado, y ya no tengo compañero de viaje. Tengo miedo de la soledad. Y lloro. Ya no te tengo a mi lado, y he perdido todo sin ti.
Ahora, doce años después de que te fueras para siempre, sé que mi vida ha tenido sentido tan sólo cuando tu estabas en ella. Sé que te he amado como nunca antes he amado a otro. Que no cambio un solo recuerdo de ti por una vida con menos tristezas. Y que los dos años compartidos contigo han sido, y son el timón de mi vida.
Bueno, la nostalgia siempre aparce teñida de ese velo de romanticismo y magia, y hoy, declaro que mi vida es puro sentimiento y amor por ti.
Ya ha anochecido una vez más, y mañana será otro día. Un día más sin ti...

lunes, 19 de febrero de 2007

Te quiero encontrar

He estado buscándote toda la vida. No buscaba a alguien como tú, sino a ti mismo. Te he querido besar desde el momento en que te vi. Y aún pienso en lo vacía que está mi vida sin ti.

ODIO

Odio pensar en ti,
odio que no estés a mi lado,
y odio aún mucho más
que estemos separados.
Odio que me hables,
y odio que me mires,
ya que así sólo consigues
que te odie, y te odio,
hasta que me ames.
Odio cuando te llamo,
pero lo que más odio
es no poder odiarte,
porque no te odio,
tan solo te amo.

martes, 13 de febrero de 2007

El amor...

El amor es siempre bueno y paciente.
Nunca es celoso.
El amor nunca es jactancioso ni engreído.
Jamás es grosero ni egoísta.
No se ofende ni se resiente.
El amor no disfruta con los pecados de los otros,
sino que se deleita con la verdad.
Está siempre listo para disculpar,
para confiar, para esperar y para soportar.

Carta desesperada

Te amo, siempre te he amado. Ahora lo sé. Sé que eres parte de mi vida; que vivir sin ti sería una continua agonía. Y esta revelación a lo mejor llega a ti demasiado tarde... Si no hubiera estado tan ciego...tan tonto...habría tenido el derecho de ir a ti ahora. Y ahora tú no sabrás que te amo..y te irás de mi lado creyendo que no me importabas. ¡Oh, los largos años de soledad que se presentan ante mis ojos! ¡No podría soportarlos, no podría! Por primera vez en mi juvenil y feliz existencia, creo y deseo morir. Si te vas de mi lado sin una palabra, una señal, yo no debo seguir viviendo. Sin ti, nada tiene valor. Nos pertenecemos el uno al otro. Aún recuerdo aquella noche que pasamos junto al fuego, conociéndonos, enamorándonos. Allí me di cuenta que eras imprescindible en mi vida, que por ti merecía la pena afrontar un día más. Pero mi orgullo me ha impedido decirte nunca que te amo, que te necesito aún mucho más, que tengo que seguir aprendiendo de ti. Y tú no puedes oírme, no puedes tocarme. Estás postrado en esa cama, con tu mirada perdida en el infinito. Estás sufriendo, y yo sufro contigo, y lloro. LLoro porque no escuchas mis "te quiero". Y en esta hora de suprema agonía no puedo dudarlo; y ahora debo pagar por mis silencios como por un crimen...

Primera vez

Esta noche te voy a ver. Esta noche estaré contigo amándote. Estoy nervioso, porque esta noche es nuestra, nos pertenece tan sólo a los dos.
Contemplaré las estrellas, sabiendo que para mí, la estrella más bonita del firmamento se encontrará a mi lado. Te tengo entre mis brazos, te tengo en mis pensamientos. Abrazados miraremos al cielo, abrazados nos enamoraremos.


Te beso dulcemente en los labios, y mientras me separo sostengo tu cara entre mis manos, y te miro, y te amo... Dibujo con un dedo el perfil de tus labios, húmedos por el momento, cálidos por un beso. En tus ojos veo reflejado el amor que te ofrezco, veo ilusión, veo pasión. Cuando pestañeo tengo miedo de no volver a verte, tengo pánico de perderte. Y por ello, te agarro más fuerte aún, te aprieto contra mí, y me diluyo en el perfume de tu amor. Te huelo, aspiro el aroma de tu cuerpo, y te vuelvo a besar, y me emociono al ver que respondes. Y ahora soy yo el que se deja llevar. Ahora soy todo tuyo. Entonces, te das cuenta y noto tu sonrisa mientras me besas. Siento el latido intermitente, y ahora acelerado de tu corazón. Nos juntamos en un nuevo abrazo, ahora mucho más sincero, y por encima de nosotros la luna creciente se ríe por ser una cómplice de nuestro amor. El rayo de luna, que traspasa la frondosidad del árbol en el que apoyo la espalda, cubre tu torso desnudo, cubre tu cuerpo desnudo. Te dejas arropar, me envuelves en un manto de estrellas que nos hace estremecer.

Ahora somos sólo uno. nos movemos al mismo compás, bailamos bajo el murmullo de las hojas que se mueven con la brisa. La misma brisa que hace ondas en el lago de mi alma, cuando tu apoyas la mano en mí. La oscuridad se está apoderando de nuestra pasión, y a lo lejos el sonido del cuco disimula nuestros jadeos.

Al fondo, se vislumbra el amanecer, la aurora nos sorprende con el cuerpo rociado de amor, desprendiendo ese olor que nos hace únicos, que me hace poder distinguirte, me hace amarte hasta el infinito. Y así, te beso una vez más, dulce, muy dulcemente mientras susurro tu nombre que se funde en los ruidos de la mañana...

Tarde de lluvia

La lluvia es nostálgica,
me recuerda tanto a ti...
Recoge en mi mente
nuestros días de sol,
recupera nuestros buenos momentos.
Lloro.
Te añoro.
Humedezco el papel.
Te echo de menos,
y cada vez más.
Otra vez triunfa la soledad,
de nuevo llena mis días
de lluvia.
Húmeda y gris, lluvia.
Tan persistente,
como mi pensamiento,
como tu recuerdo en mí.
hoy está lloviendo,
todo esta mojado,
hoy la lluvia me moja,
la mojo con mis lágrimas.
Hoy llueve en mí...